Como padres, debemos estar listos para cualquier clase de preguntas que nuestros hijos nos puedan hacer y que nos dejen preguntándonos “¿dónde oiría esto? “¿es demasiado pronto para que sepa sobre esto o para que hable de esta manera?”. De igual manera, debemos estar alertas en cuánto saben nuestros hijos sobre sexualidad a su edad. Aquí encontrarás algunos consejos dictados por los pediatras de la Academia Norteamericana de Pediatría, en relación con qué es normal que los niños conozcan y hablen cuando alcanzan una determinada edad:
Tocarse y masturbarse son prácticas bastante normales y comunes. Sin embargo, estas prácticas deben ser hechas en privado. Cuando un niño comienza a tocarse o frotarse junto a otros, o comienza a pedirle a personas mayores que se involucren con ellos en actos sexuales en específico, debemos estar alerta. Hablarles y explicarles que esto es inapropiado y que no debe hacerlo de nuevo. Además, se debe indagar de dónde consiguió el concepto de compartir su intimidad con otros y con adultos, puesto que la educación sexual que reciben en la escuela, o en ningún otro ente académico les enseñará esto.
Cuando un niño habla sobre temas de adultos con seguridad, fluidez y mediante movimientos crudos y grotescos, es cuando los padres debemos hablar al respecto de inmediato, puesto que es muy inusual que un niño tenga un conocimiento tan amplio en materia sexual, temas en específico basados meramente en sexualidad y que no se refieren a ellos de manera educacional.
Niños simulando actos sexuales y mezclándolos con agresión física y con nombre inapropiados para las partes del cuerpo. Recordemos que en las escuelas, al igual que en el hogar, a los niños se les enseñan las partes del cuerpo por sus verdaderos nombres, pene, vagina, senos o busto, testículos, etc. Cuando los niños llaman estas partes de manera vulgar, es muy claro que están recibiendo más información de la que deberían, y debemos actuar de inmediato.
Cuando estemos en casa, intentemos hablar sobre la sexualidad de manera abierta y natural, porque en realidad lo es. Evitemos hablar con tabúes y prohibiciones que dejarán a nuestros hijos más confundidos y queriendo saber más. Muy probablemente, intentarán completar la información inconclusa mediante el uso del internet o con sus amigos, y estas fuentes no son las más apropiadas o con la información educacional más adecuada.
Educa a tus hijos para que respecten su cuerpo y el de sus amigos, e incúlcales como reglar que tocar ciertas partes del cuerpo no es adecuado. Enséñales que dar un apretón de manos o un abrazo es algo normal entre amigos para demostrar afecto, pero que los genitales y las nalgas son partes privadas que no deben de ser tocadas por nadie más que ellos mismos.
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