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La deuda con los sobrevivientes de abuso sexual infantil que el Estado está a punto de saldar

  • Mayo 23, 2019

Tras nueve años de tramitación legislativa, la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados aprobó el martes 14 de mayo el proyecto de ley “derecho al tiempo”, que declara imprescriptibles los delitos sexuales contra niños, niñas y adolescentes, y que representantes de la fundación esperan que se aplique de forma retroactiva debido al daño que produce en las víctimas.  

Actualmente el plazo de prescripción empieza a correr desde que la víctima cumple la mayoría de edad. ¿Por qué es necesario este cambio? Un estudio realizado por Fundación Para la Confianza reveló que el 87,8% de las víctimas de abuso sexual infantil no denuncia debido a múltiples factores, entre los que se encuentran el silenciamiento producto del trauma o la cercanía/dependencia con el victimario.

Para James Hamilton, director de Fundación Para la Confianza y participante de este proceso legislativo, existe “un consenso casi total de hacer el trámite lo más rápido posible, para que esto se vote y se transforme en ley de la república durante el primer semestre”.

En lo que no hay acuerdo es en la moción sobre retroactividad, es decir, que aquellos delitos que ya se encuentren prescritos puedan ser investigados por la justicia. Durante 2018 dentro de la Corte Suprema se debatió el tema y los ministros Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller y Jorge Dahm, contrarios a esta indicación, argumentaron que “mantener a un ciudadano indefinidamente bajo el yugo o la inminencia de una pena, contrasta con la apremiante exigencia de humanidad”.

Para Elisa García Huidobro, denunciante en el caso de Patricio Hales y colaboradora en Fundación Para la Confianza, hay muchos argumentos a favor de los victimarios. “No soy de la idea de que los victimarios no tengan garantías legales. Todas las personas deben tenerlas, pero en general la balanza siempre está cargada hacia el lado de los victimarios, y no solo de los victimarios, sino que en contra de las víctimas”. Agrega que si se aprobara la imprescriptibilidad no dudaría en denunciar, ya que “el hecho de saber que existe una posibilidad de justicia en caso de abuso sexual infantil es realmente sanador para las víctimas y pone las garantías donde tienen que estar”, afirmó.

En este sentido, Hamilton asegura que para los sobrevivientes de abuso sexual la aprobación de la ley de imprescriptibilidad sería un logro, aun cuando no hayan iniciado procesos judiciales por sus casos personales, puesto que las víctimas son solidarias, “cuando saben que va a haber alguien que se va a beneficiar y que acá hubo un nunca más, eso genera una profunda alegría. Puede motivar a que otros denuncien y a que otros sepan que si abusan pueden ser perseguidos para siempre”.

Lo mismo opina García Huidobro, quien dice que aunque no se apruebe la indicación de retroactividad, la existencia de esta ley sería un paso importante, “la gente en el futuro, si se aprueba la imprescriptibilidad, ya no va a tener que cargar con eso que cargamos nosotros”.